Saturday, July 08, 2006


Publicado: sábado, 08 de julio de 2006
Final inédita

Francia e Italia nunca chocaron en una final. Se enfrentan 2 escuelas

Por Vito De Palma
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Getty Images
Italia quiere festejar un nuevo título mundialBERLÍN (Enviado especial ESPNdeportes.com) -- Domingo a las 20, hora de esta ciudad, se enfrentarán en el estadio Olímpico Francia e Italia, para establecer quien será el mejor equipo del mundo en los próximos cuatro años.

Se trata de una final sin antecedentes, porque si bien los equipos se enfrentaron 4 veces en el marco del máximo torneo de fútbol para seleciones, nunca lo hicieron en la gran final.

De hecho, esta será la sexta definición para los italianos, quienes ganaron tres (1934, 1938 y 1982, siempre en Europa) y perdieron dos (1970 y 1994, las dos veces en el continente americano y ante Brasil). En cambio, los galos están a su segunda final, luego del triunfo de París en 1998 ante Brasil.

Como siempre pasa en estas ocasiones, el análisis previo del partido tiene una infinidad de lecturas posibles. Nosotros nos acostaremos al trascendental desafío desde dos costados, el de las cábalas y estadísticas y el del aproche técnico y táctico del encuentro.


CÁBALAS Y ANTECEDENTES
Los italianos, es sabido, están locos por las cábalas y las supersticiones. En este caso, las cosas parecen ser favorables: la última vez que los cuatro semifinalistas fueron europeos Italia ganó el título (1982), y esa vez también vestía su casaca tradicional azzurra mientras los rivales estaban en completo blanco, la misma división cromática que se dará el domingo en Berlín.

Además, como vimos arriba, Italia siempre ganó las finales europeas, que en cambio perdió ante Brasile y en otro contiente: ahora los cariocas no están y se juega en Alemania.

Algunos recuerdan que Alemania ganó el Mundial '90, cuando Italia era super favorita y cayó en semifinales. Suena lógico que ahora la Azzurra gane en Alemania, puesto que los locales también cayeron en la misma instancia.

Pero también hay referencias mucho más curiosas. Veamos por ejemplo la religiosa: en España 1982 Italia venció en semifinales a Polonia por 2 a 0, y el Papa era el polaco Woityla. Ahora eliminó a Alemania por el mismo marcador, y el pontéfice es un alemán, Ratzinger. Para los amantes de la música rock, otra curiosa coincidencia: en 1982, los Rolling Stones hicieron un concierto en Italia, el 11 de julio, luego de 12 años de ausencia del país. El próximo 11 de julio los Rolling tocarán en Milán, donde llegan luego de 12 años sin visitar Italia. Coincidencias, si quieren, pero...

Los antecedentes, en cambio, son un poco menos alegres, sobretodo en el corto plazo. El historial general, en efecto, es ampliamente favorable a Italia, que en 32 partidos obtuvo 17 victorias a frente de 8 empates y 7 caídas. Casi igualado, en cambio, el historial mundialista: 2 triunfos por Italia, uno de Francia (México 1986) y un empate en 1998, pero que vale como victoria puesto que Francia en esa ocasión se clasificó por penales y luego ganó el título.

Sin embargo, Italia no le gana a Francia desde el lejano 1978, cuando en Mar del Plata (Argentina) venció por 2 a 1. Luego se enfrentaron 6 veces y Francia no volvió a perder, con 4 victorias, entre las cuales la final de la Eurocopa 2000, y dos empates (pero uno, como vimos, valió como triunfo en los hechos).

Cerraremos este capítulo de números con un último dato: con el partido del domingo, Italia será el equipo que Francia ha encentrado más veces en un Mundial (5), mientras que Italia jugó la misma cantidad de veces también contra Brasil, Argentina y Alemania.


LOS FRANCESES SON MÁS "ITALIANOS"
Puesto que la escuela italiana de fútbol se caracterizó siempre por un juego defensivo y votado al contraataque, no es descabellado decir que, hoy por hoy, los franceses son más "italianos" que los propios azzurri.

En efecto, Francia juega un 4-5-1 muy parecido al del Arsenal, y por eso casi un 4-2-3-1, pero con la enorme ventaja de tener un Zidane de más. La defensa es muy sólida, especialmente al medio, donde Thuram y Gallas forman una de las mejores parejas del mundo, mientras que los laterales, Sagnol y Abidal, sono un poco más flojos, sobretodo si tomados en velocidad. La fuerza del equipo está en el medio: Vieirá y Makelele son otra pareja de novela y los dos externos, Malouda y Ribery (quien nace delantero), trabajan en la recuperación pero son muy peligrosos también en las diagonales ofensivas, lanzados por ese genio que es Zizou. Adelante juega Henry, el veloz delantero que es un maestro a la hora de retroceder y bajar para quitarles referencias a los defensores rivales.

Entonces, a Francia hay que atacarla por los laterales, pero cuidándose de no ser "acuchillados" por la espalda por Ribery o por Henry, quien normalmente se recosta por el lateral izquierdo y abre espacios en el medio, que Zidane sabre aprovechar muy bien con la precisión de sus asistencias.

El punto débil de Francia es la condición física general, además de la ya citada fragilidad por los laterales. Portugal, por ejemplo, con Figo y Cristiano Ronaldo, tiró mil centros al área: Pauleta es un mosquito, pero Toni y Gilardino hubieran aprovechado mucho mejor las oportunidades. Por otra parte, habrá que ver hasta que punto el equipo aguantará el ritmo propuesto por los italianos: el eje central del equipo es bastante veterano y Zidane en el segundo tiempo ante Portugal casi desapareció del partido.


EQUIPO QUE GANA NO SE CAMBIA
Italia, por su parte, deberia jugar con el mismo 4-4-1-1 visto ante Alemania que también es casi un 4-2-3-1, con Camoranesi y Perrotta que cumplen la función de externos y Totti en el papel de Zidane.

En efecto, los dos equipos son bastante parecidos, pero Italia parece tener un mayor número de variantes, fundalmetalmente garantizadas por la mejor calidad de los laterales defensivos, Grosso y Zambrotta, que por algo hasta aquí fueron los hombres más decisivos del platel. Luca Toni, respecto a Henry, es seguramente menos veloz y ágil, pero mucho más potente y mejor cabeceador. En el medio, Pirlo garantiza un armado más prolijo respecto a los rivales, mientras que Camoranesi y Perrotta suelen cerrar hacia el medio para dejarles espacio y hacerles el relevo a las subidas de los dos externos defensivos.

Con respecto a la defensa, la de Italia está prácticamente invicta, puesto que el único gol sufrido fue obra de un desafortunado error de Zaccardo. Por encima, si hay un puesto en el que Italia supera claramente al rival ese es el arquero: Buffón es el mejor del mundo y podría ser decisivo en una eventual definición por penales. Si el guardavalla lograra no sufrir goles por algo más de una hora de juego, establecería el nuevo récord de arco invicto en un Mundial: por ahora llegó a los 453 minutos, precedido por Walter Zenga (Italia 1990) con 514.

En nuestra opinión, Italia tratará esta vez de mantener el ritmo alto y la menor distancia posible entre sus líneas, para sacarle espacio y tiempo a Zidane y para tratar de provocar el desgaste físico en los rivales: el hecho de que Zizou juegue el último partido de su espectacular carrera no es sólo algo romántico sino también una realidad anagráfica.

En el segundo tiempo, si persistiera la igualdad, es muy probable que Marcello Lippi aumente el peso ofensivo con otro delantero, y ahí está la otra gran ventaja de Italia, que parece tener en el banco de suplentes repuestos mucho más importantes que Francia. En efecto, Lippi consiguió 5 de los 11 goles del equipo gracias a los suplentes, mentras que hasta ahora las reservas de los galos no anotaron ni uno de los 8 tantos del equipo.


EL PRONÓSTICO
Por todo lo dicho hasta aquí, es evidente de que se trata de un pronóstico muy abierto y que en todo caso las diferencias entre ambos rivales son mínimas.

Sin embargo, inclinamos nuestra preferencia hacia la Azzurra, obviamente no por razones de corazón: por el contrario, desde el punto de vista de la cábala este es un error imperdonable.

Por el contrario, debemos fundar nuestro análisis, que sin dudas puede estar equivocado, sobre los hechos concretos vistos en la cancha y también sobre las sensaciones psicológicas que es posible apreciar estando "en situ".

El factor psicológico, de hecho, tiene bastante relevancia en este caso: la inercia, luego de las semifinales, parece bastante favorable a los italianos. Además, el plantel azzurro ofrece una mayor cantidad de variantes, técnicas y tácticas, y Lippi nos parece muy hábil a la hora de producir cambios sobre la marcha, como por otra parte reflejan las estadísticas que reportamos antes.

Por último, una consideración: sólo Pelé en la historia logró ganar dos títulos mundiales (y medio, cosiderando que en Chile se lesionó bastante pronto), hazaña que ni siquiera el mismísimo Maradona logró, por el famoso penal de Roma en 1990. Por más que Zidane sea un excelente jugador, no "vemos" que pueda sentarse tan alto en la historia, de la misma manera que nos parecería exagerado que Francia, con el segundo título, alcanze el palmarés de seleciones mucho más tradicionales como Argentina y Uruguay y supere a Inglaterra.

Pero el fútbol es el reino de las sorpresas y por eso las finales, como dicen los argentinos, "son amores": esperemos vivir en Berlín otra historia inolvidable

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